La agenda del diablo

El maestro Derek Prince nos advirtió en su libro “Bendición o Maldición” sobre los métodos de Satanás para combatir a la Iglesia de Jesucristo. Allí relató el siguiente caso:

“Una mujer cristiana comía con su familia en un restaurante de Nueva Orleans, conocida como el centro espiritual de la hechicería en los Estados Unidos. Mientras ellos comían entraron al restaurante varios satanistas, quienes yendo de mesa en mesa se les acercaron para “testificarles”, tal como lo hacen los cristianos. Su plan era reclutar personas para el satanismo y promover un programa mundial en su lucha contra la Iglesia de Jesucristo. El tratado con que ellos trabajaban, publicado en 1988, informaba que este plan de ataque debía hacerse con “ayuno y oración”, y se desarrollaba en seis puntos principales:

  1. Que el Anticristo se manifieste muy pronto.
  2. Que los ministros del evangelio caigan, así como los líderes cristianos y misioneros.
  3. Que los ministerios y las obras de Dios sean destruidas.
  4. Que los cristianos se vuelvan satisfechos de sí mismos y deseen su paz sobre todas las cosas; que busquen iglesias donde no se predique el evangelio completo, donde sus pastores se mantengan pasivos e indiferentes y le resten importancia al pecado.
  5. Que los cristianos dejen de orar y ayunar.
  6. Que no se haga caso del Espíritu Santo ni de los dones del Espíritu.

Luego Derek Prince añadió: “Esta no es más que una de muchas evidencias de que la Iglesia de Jesucristo está actualmente bajo un intenso y sistemático ataque de las fuerzas de Satanás. ¿Qué puede hacer la Iglesia? Cristo derrotó a Satanás en la cruz. ¿Cómo podemos defendernos, y después hacer de la victoria de Cristo una realidad diaria en nuestra vida personal y en nuestras iglesias?”.

La respuesta es mantenernos firmes y poner por obra la Palabra de Dios. Sí, esta agenda del diablo es real y sus seguidores son muchos, pero “mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4). Debemos permanecer despiertos y no ignorar las estrategias del maligno ni sus “maquinaciones”. Él sabe que su tiempo se agota y que el retorno del Señor Jesucristo se acerca. Hoy más que nunca debemos orar y vigilar para que el enemigo no gane alguna ventaja sobre nosotros (2 Cor. 2:11). La agenda del adversario avanza en la medida que la Iglesia se aparta de la Palabra de Dios, pierde su visión espiritual, se contamina con el pecado y se deja distraer por las cosas del mundo.

La Biblia nos enseña que debemos resistir al diablo por medio de la fe (2 Pedro 5:8-9), dar un testimonio al mundo de nuestra unidad en el amor de Cristo (Juan 13:35) y purificar nuestro corazón con la expectativa de su regreso triunfal para recoger a su Iglesia y manifestar su gloria (1 Juan 3:2-3).

Jesús viene por su Iglesia y establecerá su Reino desde Jerusalén y sobre todas las naciones. Él es Fiel y Verdadero y su Palabra jamás fallará. Seamos sobrios, vigilemos y resistamos firmes en la fe.

¡Jesucristo Vive!  ¡Jesucristo Viene!

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